Pérdidas de control del vehículo

Perder el control de un vehículo a menudo es una causa habitual de muchos accidentes, pero del estudio y análisis de la causa de esta pérdida de control del vehículo puede determinarse la culpa diferente a la del propio conductor en un accidente con estas circunstancias.

Aquaplaning, grava en la carretera, manchas de aceite, animales u obstáculos en la calzada, defecto del vehículo o de cualquiera de sus elementos, infracción de tráfico por parte de cualquier otro usuario de la vía, etc., pueden determinar la responsabilidad de un tercero en un accidente que aparentemente ha sido causado por una consecuente pérdida de control del vehículo que se conducía. Por todo ello, deberá realizarse siempre un estudio muy detallado de las pruebas que se dispongan del accidente para evaluar las posibilidades de acreditación de estas circunstancias y valorar la viabilidad de cualquier reclamación a terceros.

Sin embargo, aún en los supuestos de pérdida de control del vehículo por culpa exclusiva de su conductor, con lesiones en el resto de ocupantes y lesiones permanentes invalidantes o fallecimiento de su conductor, pueden ser reclamadas a la propia aseguradora, unas en base a la responsabilidad civil extracontractual derivada del accidente y las otras, las del propio conductor, muy probablemente, con las coberturas contractuales de la propia póliza, en la que siempre habrá que prestar mucha atención dado que en éstas no se les puede descontar ninguna clase de culpa, pero sí pueden no aplicarse si se acredita que se circulaba bajo los efectos de bebidas alcohólicas o sustancias psicotrópicas o cualquier otra circunstancia que expresamente fuera excluyente de las obligaciones contractuales y estuviera debidamente reflejada, destacada y aceptada en las condiciones particulares de la misma.